5. Cambio climático
En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor.
La gestión sostenible de los bosques es una de las soluciones más rentables e inmediatas para frenar el cambio climático, ya que los árboles eliminan grandes cantidades de carbono de la atmósfera a medida que crecen. Por otro lado, los bosques y los árboles son importantes sumideros de carbono. Absorben el dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacenan como carbono. Además, los bosques pueden producir materias primas que almacenan carbono durante su periodo de vida útil y que contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero cuando se usan como material o fuente de energía alternativa a otros que generan mayores emisiones.